Reproducimos a continuación la Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, Don Jesús Catalá, en la celebración de la Misa en la forma extraordinaria en la Catedral de Málaga.
Puede consultar el texto original en la página web de la diócesis:
https://www.diocesismalaga.es/homilias/2014049652/misa-en-la-forma-extraordinaria-catedral-malaga/
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MISA EN LA FORMA EXTRAORDINARIA
(Catedral – Málaga, 22 septiembre 2018)
1.- Ser miembros de Iglesia para enriquecer el Cuerpo de Cristo
La Santa Iglesia Catedral de Málaga os acoge con gozo a todos los participantes venidos de las diversas diócesis de Andalucía con motivo de vuestro Tercer Encuentro, para celebrar la Santa Misa en la forma extraordinaria.
El Señor concede a los fieles cristianos los dones necesarios para la edificación de la Iglesia: «Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo» (Ef 4,11-12).
Hay que acoger con filial respeto el ministerio de los que han sido llamados por Dios para llevar a cabo esas misiones. Y todos los fieles podemos vernos reflejados en un tipo de contribución al cuerpo de Cristo.
El libro del Eclesiástico ha descrito diversos árboles (cf. Eclo 24,14) y elementos ornamentales. Se nos invita a cada uno de nosotros a crecer como árboles fecundos y olorosos: palmera, olivo, plátano, cinamomo (árbol exótico, de adorno de flores violetas y olor agradable), teberinto. A perfumar como: la rosa, el aspálato (maderas olorosas), la mirra, el gálbano (resina aromática), el incienso. De este modo enriquecemos la Iglesia poniendo a disposición los dones recibidos del Espíritu Santo.
2.- Dejar al Espíritu Santo que lleve la nave de la Iglesia
Los fieles cristianos somos miembros de la Iglesia para recibir la salvación que trae Jesucristo. La nave de la Iglesia la lleva el Espíritu Santo, que actúa a través de las mediaciones humanas.
Sería pretencioso que algunos fieles cristianos pensaran que tienen en su mano el timón de la Iglesia; y que ésta sale airosa de las dificultades y escollos que encuentra en su camino gracias a ellos.
Últimamente los medios de comunicación han publicado ciertas informaciones dando a entender que la Iglesia católica sufre una gran crisis. Esto no es aceptable, teológicamente hablando, porque sería admitir que Jesucristo, Cabeza de la Iglesia, y el Espíritu Santo, alma de la misma, están en crisis.
La Iglesia es una realidad divina, fundada por Jesucristo para salvar a todo hombre; y al mismo tiempo está compuesta por personas humanas, que podemos fallar y pecar. Pero la Iglesia es santa, porque la santidad le proviene de su Fundador.
Por tanto, cuidado con los falsos “mesianismos”; porque nadie salva a la humanidad, sino Jesucristo; y nadie salva a la Iglesia sino su Fundador y el Espíritu. Por tanto, vivamos con paz nuestra fe y el seguimiento del Señor.
3.- Acoger con gozo y fidelidad la Palabra de Dios
En el evangelio de hoy una mujer, levantando la voz, dijo a Jesús: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron» (Lc 11,27).
Pero Señor respondió: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen» (Lc 11,28). En esta bienaventuranza estaba incluida su Madre, la Santísima Virgen María, que escuchaba la palabra de Dios y la interiorizaba en su corazón, haciéndola vida propia. Fue mucho mejor el “piropo” de Jesús a su Madre, que el de la mujer hebrea.
Jesús nos exhorta a escuchar la Palabra de Dios y a vivirla.
La forma extraordinaria de la Santa Misa suele celebrarse en Málaga una vez al mes en la parroquia de los Santos Mártires. Deseo comunicaros que, a partir de ahora, de acuerdo con el párroco y los capellanes, se celebrará todos los domingos. ¡Que el Señor os bendiga! Amén.